CRISTÓBAL GARCÍA MONTORO
Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Málaga
Málaga es una ciudad con una historia milenaria, trazada por pueblos y culturas que, a lo largo de casi tres mil años, han dejado su huella en esta orilla del mar Mediterráneo.
Un breve recorrido por esa historia rica y singular nos descubre logros y realizaciones importantes en todas las épocas. Desde aquella primitiva factoría fundada en el siglo VIII a C. hasta la ciudad moderna y populosa de la actualidad, Málaga no ha dejado de crecer en todos los sentidos; en la extensión de su espacio, en el número de habitantes, en las capacidades y destrezas de sus gentes, en el acervo cultural común.
Las actividades mercantiles e industriales, derivadas en buena medida de su situación geográfica y de su rico hinterland, han desempeñado un papel relevante, atrayendo a gentes de todas las procedencias que, al arraigar en ella, han contribuido a crear una sociedad abierta y cosmopolita.
La vocación cultural de la ciudad, otra constante en su historia, alcanza hoy las máximas cotas gracias al esfuerzo conjunto de ciudadanos e instituciones conscientes de la necesidad de preservar el legado de las generaciones pretéritas y de potenciar la capacidad creadora de las actuales. Una Universidad joven y pujante colabora activamente en esa tarea común.
Un legado cultural rico y un presente dinámico y esperanzador avalan a Málaga en su aspiración a convertirse en Capital Cultural de Europa en 2016. Por ello animo a todos aquellos que lean este mensaje a colaborar en la consecución de este objetivo mostrando su adhesión y respaldo.
Málaga es una ciudad con una historia milenaria, trazada por pueblos y culturas que, a lo largo de casi tres mil años, han dejado su huella en esta orilla del mar Mediterráneo.
Un breve recorrido por esa historia rica y singular nos descubre logros y realizaciones importantes en todas las épocas. Desde aquella primitiva factoría fundada en el siglo VIII a C. hasta la ciudad moderna y populosa de la actualidad, Málaga no ha dejado de crecer en todos los sentidos; en la extensión de su espacio, en el número de habitantes, en las capacidades y destrezas de sus gentes, en el acervo cultural común.
Las actividades mercantiles e industriales, derivadas en buena medida de su situación geográfica y de su rico hinterland, han desempeñado un papel relevante, atrayendo a gentes de todas las procedencias que, al arraigar en ella, han contribuido a crear una sociedad abierta y cosmopolita.
La vocación cultural de la ciudad, otra constante en su historia, alcanza hoy las máximas cotas gracias al esfuerzo conjunto de ciudadanos e instituciones conscientes de la necesidad de preservar el legado de las generaciones pretéritas y de potenciar la capacidad creadora de las actuales. Una Universidad joven y pujante colabora activamente en esa tarea común.
Un legado cultural rico y un presente dinámico y esperanzador avalan a Málaga en su aspiración a convertirse en Capital Cultural de Europa en 2016. Por ello animo a todos aquellos que lean este mensaje a colaborar en la consecución de este objetivo mostrando su adhesión y respaldo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario